Benchmarking
Cuarto tema de la clase llamada "Exploración de alto impacto" impartida por dos maestras y un maestro durante el cuarto semestre primer periodo de la carrera LDE
Una herramientas muy útil y necesaria para el desarrollo de algún proyecto o hasta para un tema personal, a partir de identificar ciertos puntos que tiene la "competencia" desde ahí se puede partir para poder desrrollar un diferenciador o valor agregado a un producto/servicio.
¿Qué es el benchmarking y cómo puede ayudar a las empresas?
En el mundo empresarial actual, la competencia es cada vez más feroz y las empresas deben buscar constantemente formas de mejorar y ser más eficientes. Una de las herramientas que puede ayudar a las empresas a lograr este objetivo es el benchmarking, antes de seguir; la clase fue impartida por la Mtra. Erika Maribel Alfaro Cacho, continuemos.
El benchmarking es un proceso de comparación que implica analizar los productos, servicios y estrategias de la competencia de una empresa para identificar las mejores prácticas y tendencias del mercado. El objetivo es mejorar la propuesta de valor de la empresa y aumentar su eficiencia y competitividad.
Hay diferentes tipos de benchmarking, cada uno de los cuales se enfoca en un área específica:
Benchmarking interno: se enfoca en comparar diferentes departamentos o áreas de la organización para identificar áreas de oportunidad, puntos fuertes y débiles con el fin de mejorar y maximizar procesos y/o resultados.
Benchmarking competitivo: se enfoca en comparar el desempeño actual de la empresa con el de la competencia para observar el funcionamiento de nuevas tecnologías o métodos de trabajo en otras compañías.
Benchmarking funcional: se enfoca en analizar competidores indirectos y otras organizaciones que no disputan ningún lugar contigo en el mercado para encontrar aquellas empresas que dentro del sector están haciendo las cosas bien (o excepcionales).
Benchmarking genérico: se enfoca en comparar logros de la organización con lo mejor que exista en la industria o sector, ya sea en funciones o procesos afines.
El proceso de benchmarking implica varias etapas, entre ellas:
Planificar: identificar las principales fallas en los procesos del negocio, determinar cómo serán resueltos y quién o quiénes serán los ejemplos a tener en cuenta.
Recolectar datos: buscar fuentes primarias o secundarias de información, realizar cuestionarios telefónicos, correo electrónico o entrevistas personales.
Analizar: detectar oportunidades y amenazas, identificar facilitadores y los datos que son adaptables e ideales para la empresa, y por lo tanto se pueden llevar a la buena práctica.
Actuar: seleccionar los proyectos de mejora, determinar las metas de mejora, desarrollar, aprobar y realizar los planes de acción.
En resumen, el benchmarking es una herramienta valiosa que puede ayudar a las empresas a mejorar su eficiencia y competitividad al identificar las mejores prácticas y tendencias del mercado. Con un enfoque cuidadoso y una buena planificación, el benchmarking puede ser una forma efectiva de impulsar el éxito empresarial.
